Amado Nervo - En paz

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.

Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales coseché siempre rosas.

. . .Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas,
y en cambio tuve algunas santamente serenas. . .

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes¡ ¡Vida, estamos en paz!

Amado Nervo - Amable y silencioso

Amable y silencioso ve por la vida, hijo.
Amable y silencioso como rayo de luna. . .
En tu faz, como flores inmateriales, deben
florecer las sonrisas.

Haz caridad a todos de esas sonrisas, hijo.
Un rostro siempre adusto es un día nublado,
es un paisaje lleno de hosquedad, es un libro
en idioma extranjero.

Amable y silencioso vé por la vida, hijo.
Escucha cuanto quieran decirte, y tu sonrisa
sea elogio, respuesta, objeción, comentario,
advertencia y misterio. . .

poema del padre Juan Arolas - sé más feliz que yo

Sobre pupila azul, con sueño leve,
tu párpado cayendo amortecido,
se parece a la pura y blanca nieve
que sobre las violetas reposó:
Yo el sueño del placer nunca he dormido:
sé más feliz que yo.

Se asemeja tu voz en la plegaria
al canto del zorzal de indiano suelo
que sobre la pagoda solitaria
los himnos de la tarde suspiró:
Yo sólo esta oración dirijo al cielo:
sé más feliz que yo.

Es tu aliento la esencia más fragante
de los lirios del Arno caudaloso
que brotan sobre un junco vacilante
cuando el céfiro blando los meció:
Yo no gozó su aroma delicioso:
sé más feliz que yo.

El amor que es espíritu de fuego,
que de callada noche se aconseja
y se nutre con lágrimas y ruego,
en tus purpúreos labios se escondió:
Él te guarde el placer y a mi la queja:
sé más feliz que yo.

Bella es tu juventud en sus albores
como un campo de rosas del Oriente;
al ángel del recuerdo pedí flores
para adornar tu sien, y me las dio;
yo decía al ponerlas en tu frente:
sé más feliz que yo.

Tu mirada vivaz es de paloma;
como la adormidera del desierto
causas dulce embriaguez, hurí de aroma
que el cielo de topacio abandonó:
Mi suerte es dura, mi destino incierto:
sé más feliz que yo.

el camino recto

El hombre que sigue el camino recto parece que sigue la locura.
Para los demás hombres, no es ése el camino donde se consiguen
las riquezas y los reconocimientos más deseables.
Sí, ciertamente está loco tal hombre, porque desprecia la sabiduría
de este mundo, la hace a un lado para ir en contra de la mayoría.
Ya que no es éste, nuestro tiempo, para anacoretas ni hay lugar
en la Tierra para tal especie en extinción.

Pero... y ¿si tal hombre tuviera la razón?...

las dos raíces

Pareciera que los árboles tuvieran dos raíces: una, la que busca los nutrientes de la tierra, la que ahonda en el abrazo de la húmeda oscuridad; y otra, la que en forma de ramas busca el abrazo de la luz.
El hombre, si bien en su movilidad, no está aferrado a un mismo lugar en el polvo, tampoco tiene muchos deseos de dirigir su mirada a la riqueza de la luz celeste. Es un mundo horizontal el del hombre, se enorgullece de seguir siempre adelante y no retroceder. El problema con ésto, es que tarde o temprano, siempre se llega al mismo punto de partida. Como los navegantes que salían por el occidente para regresar un día por el oriente.

Quién tuviera el don de mirar el cielo y de volar; el don de preguntarse por la verdadera libertad, la que intuímos como un esbozo en las aves, la que pide a gritos nuestro corazón.
Enraizemos, amigos, nuestra esperanza al cielo azul.

nuestra razón de vivir

¿Hemos de negarnos al amor? ¿Buscaremos evitar la caricia del amor? Basta un rostro adusto para hacerlo. Una mirada sin alma para rechazar todo intento del amor.

En cambio qué fácil es para el que sonríe atraerlo, para aquel que usa la palabra amable, para aquel que es generoso con sus sueños. Nada le impidirá la llegada del amor.

He visto a las personas por las calles, como cada cual se cruza en los caminos de sus semejantes, pero son intersecciones desoladas, son extraños a los que no se dirige la palabra, como si éstos no estuvieran ahí, como si no importaran, como en un pueblo de fantasmas, cada cual en su mundo.

Con el pretexto de la lucha cotidiana, hemos pecado contra el amor. Luchamos, nos afanamos por aquello que no permanece y dejamos de lado lo primordial, lo que da sentido a nuestra existencia. Es tan fácil olvidar la razón por la cual fuimos creados.

Más allá de nuestros sueños y pretenciones está el amor. Sobrepasa con mucho nuestros fines en esta vida. Empezemos pues, a tratar al amor con una palabra justa, con una sonrisa, con una mano abierta...

Robert de Lamennais -frases célebres

Cuando pienso que un

hombre juzga a otro,
siento un gran
estremecimiento.

ROBERT de LAMENNAIS

la esperanza del alba

Es cierto, antes de que llegue el alba, sólo encontramos silencio, el frío del viento nocturno; pero también es la hora en que la esperanza más arde en nuestro corazón. El primer rayo de luz en el horizonte es la esperanza.

Al alba la oración está más cercana a Dios, porque es bueno encomendarse a Dios antes de abrir la puerta de nuestra casa, porque es bueno acordarse de Dios antes que de nuestras cosas.

Decir el alba, es decir esperanza, es saber que el mundo se hará parte de la luz, conocer aquello que nos impidió la sombra, despertar a la voz de las criaturas.

Estamos en la gran alba de los siglos.

tengo todo el optimismo...

Tengo todo el optimismo del mundo, la fuerza creadora, la pasión para hacer el bien a todos. Tengo la inspiración de Dios para hacerlo.

Me levanto al amanecer con una energía que desconozco, como nacida de un corazón renovado; como si la luz potente del Sol me infundiera ánimos para empezar el día. Me levanto enamorado del alba.

Tengo, de pronto, todo el amor del mundo en mi alma; porque el verdadero amor no tiene fronteras ni límites, ni sabe de tiempo ni espacio, e ignora género y número; todo aquel que ama se conecta misteriosamente con aquel que tiene el amor en su pecho.

Tengo todo el optimismo, la alegría, la fuerza del mundo.

Te den gloria

Te den gloria, Señor, que te den gloria
los altos Cielos, obras de tus manos.
En ellos espejea tu hermosura
su noche testimonia eternidad.

Te den gloria la Tierra y sus señores
¡Derramen nubes de misericordia
sobre los vastos cúmulos del polvo
y hermoseen los frutos de alabanza!

Te de gloria en los montes la mañana
nacida para el cántico del ave.
¡Gloríense en tu santidad los niños
que se alegran, mi Dios, en tu venida!

Te den gloria el bosque y el desierto;
los habitantes del aire y de la mar.
Que en tu revelación se postren todos,
se postren en el día de justicia.

Angelus Silesius

Cuanto más se conjugan
voces dispersas y contrarias,
más maravilloso
resuena el concierto.

ANGELUS SILESIUS

algo sobre el amor

La lluvia es la gran rejuvenecedora de la tierra; todo adquiere un nuevo aspecto con su caricia líquida y vertical. Ciertamente todo parece de pronto más nuevo, más limpio y vigoroso. Aun el hombre respira otro aire más puro.

Y hablando del hombre, para su alma hay una lluvia diferente a la que llamamos amor. ¡Miren cómo todo se renueva en el alma cuando llega el amor! ¡Cuando conoce el amor!

Cuando el alma se impregna de este sentimiento, el sentido verdadero de las cosas aparece delante de nosotros. No hay neblina que obscurezca la verdad delante del amor.

Porque el amor no es ciego como dicen algunos; al contrario, nos hace ver la real valía de la mujer o el hombre que amamos. Por tal razón estamos dispuestos a cualquier sacrificio, cualquier trabajo por esa persona en la cual descubrimos nuestro amor. Por esa misma razón Dios derrama su misericordia delante de los hombres.

En realidad, es el desamor el gran engaño. No hagan caso, amigos, al desamor.

Dorothy Parker

Si quieres saber
qué piensa Dios del dinero,
sólo mira a las personas
a quienes se los da.

Dorothy Parker

palabras

Ciertamente debo ser más generoso con mis propias palabras; éstas deben fluir libres al corazón de los demás.

Siempre es bueno compartir las palabras buenas: las hermosas de aliento, las sabias que aconsejan,
las que llevan poesía...

Es necesario abrir más nuestro corazón en la plegaria, en la conversación serena con Dios.

El hombre es un templo que se hermosea con palabras buenas.

a la señora soledad

La señora soledad es fiel, no abandona fácilmente a aquel que ha hechizado. Puede entregar un mundo entero, una montaña entera, todo el mar para que sueñe a sus anchas la persona que ama.

La señora soledad tiene su predilecto en el hombre que busca el desierto de la arena. Es tan fácil murmurarle al oído las palabras de una mujer enamorada. Es tan fácil traer el viento, las estrellas y el sueño del amor.

La señora soledad es celosa, cierra los oídos de su amado al murmullo de la gente; desvía por caminos cerrados a aquellos que buscan a su amado; levanta barricadas al tropel iracundo de los pueblos.

La señora soledad es una mujer hermosa, ¡es tan difícil apartarse de ella! Buscadla primero, porque entonces se la hallará contenta. Pero no esperéis que sea ella quien busqué, porque entonces vendrá con la amargura.

La señora soledad, mi amada señora soledad, mi prisionera.

los días malos

maldad

Ciertamente los días son malos, sí, dolorosamente malos. ¿No es ésto porque hemos enseñado a nuestros hijos a ensañarse con sus semejantes a costa de todo? ¿A ambicionar desmedidamente? ¿Nos sorprendemos de los frutos en nuestros hijos?

Ambicionar no es compartir. Es codiciar a base de robo y de sangre las pertenencias de nuestros hermanos.
Ciertamente nada ha conseguido el hombre con su esfuerzo que perdure. Ni quedan centavos de las primeras riquezas, ni púrpura que no haya sido roída por el tiempo. ¡Menos quedará el recuerdo del impío!

Es más fácil abrir nuestra mano para compartir, que abrir la de nuestro prójimo para arrebatar.
Solo los buenos frutos perduran en la luz.

el más cierto Amor

Hoy soñé con el verdadero Amor.
Sí, con el verdadero Amor.

''Pero -me preguntarán:- ¿cómo puedes soñar con el verdadero Amor, si éste abarca todos los confines del universo, las regiones etéreas del espíritu y acaso algo más?''
''¿Cómo puedes comprimir en tu cabecita la mecánica de los mundos que mueve el verdadero Amor?''

Yo sólo sé que soñé con el verdadero Amor.
¡Pregúntenselo a mi corazón!

la esperanza en nuestros corazones

esperanza

Qué buena es la esperanza entre los hombres, qué bueno el aliento que da a la cotidianidad de cada día.

Qué bueno es saber que habrá una recompensa para nuestro trabajo, un alivio para el dolor, una presencia futura para la soledad.

La esperanza, ciertamente, tiene el leve sabor de un paraíso anticipado. Es creer de verdad que todo tiene sentido, que todo a su debido tiempo tendrá su explicación.

Qué buena es la esperanza. Qué bueno es creer.

Si bien estos días son grises y la oscuridad ha empañado la visión del cielo, aún la esperanza es victoriosa en los corazones puros, como un ave libre a quien no afecta la maldad del hombre.

Ella es el ave libre que habita en nuestros corazones.

sé feliz

Querría yo que fueras feliz, que tuvieras el sol de la felicidad en tu pecho, que mi palabra te rejuveneciera, que con sólo pensarlo pudieras volar libremente.

Querría yo que tu faz se iluminara de gozo, que el mundo se contagiara contigo, que de tus manos brotaran rosas, que cada sueño justo tuyo se hiciera realidad.

Querría yo que fueras feliz, que la vida fuera generosa contigo, que te indicara el camino de los sabios antiguos, que tú también fueras generoso de vuelta.

Querría yo que conocieras el amor, no un amor incierto, sino aquel que lleva la eternidad consigo, aquel que te indicara el valor de hombre delante de los cielos, aquel amor que pocos conocieron.

Querría yo que fueras feliz...

Seamos generosos

No todos los días somos generosos, seámoslo hoy. Busquemos algo de lo que somos abundantes para repartirlo: nuestra amistad, nuestra alegría, nuestra compasión...

Abundan aquellos con quienes compartir nuestro pan, o algo de nuestro dinero, o la sabiduría de una buena palabra. De verdad abundan.

Preguntemos por los necesitados. Verán que son todos aquellos que nos rodean.

Doy gracias

Doy gracias por la vida.
Doy gracias por el canto hermoso de las aves.
Por el viento azul que respiramos, doy gracias.
Doy gracias por el Sol.
Gracias por su luz.
Doy gracias por la esperanza.
Por la paz que llegará.
Doy gracias por la sombra en el calor.
Por el misterio, doy gracias, de la Luna.
Gracias simplemente. Gracias.
Sí, gracias por la llegada del amor.

 Pero sobre todo...
doy gracias por la misericordia del Señor.

La sabiduría llega

La noche termina en nuestros corazones -la sabiduría llega como un regalo de lo alto. Y ésta llega, no por voluntad del intelecto humano, sino porque ya es tiempo de adorar al Verdadero.

¡Oh la belleza de entender, de saber cual es el camino, de sentir el aire de un bosque nuevo, de que todas las cosas sean iluminadas por un fuego puro!

Ya es tiempo de adorar al Verdadero. Ya es tiempo de que la sabiduría abra nuestros ojos. Ya es tiempo de abrir la puerta al mensajero del amor.

Todo es tan fácil para el corazón que entiende.

Lo que Dios ama lo multiplica

No, no se puede enumerar todo lo que Dios ha hecho por nosotros.

¿Alguien se atrevería?.. ¿Podríamos enumerar acaso, las células de nuestro cuerpo?

O ¿podríamos enumerar las estrellas del cielo cuando ni siquiera comprendemos la cantidad maravillosa de galaxias?

He entendido que todo lo que Dios ama lo multiplica.
Todo lo que alaba a Dios es incesantemente creado, multiplicado, extendido, pero sobre todo, arropado en el amor divino.

¿Podríamos enumerar las misericordias con que el Señor enhebra nuestras vidas? Cubren continuamente nuestros errores.

No, ni siquiera podemos enumerar lo que Dios hace por nosotros en este mismo segundo.

A lo que estamos destinados

A veces es inevitable el desaliento, pero aun en tales instantes debemos saber que, tarde o temprano, llegaremos a éso a lo que estamos destinados.

Quizá no obtengamos aquello que queremos, o por lo que luchamos denonadamente. ¿No será porque somos ciegos a buscar aquello que nos pertenece de verdad?

Tal vez no son para algunos hombres las riquezas materiales, sino el amor de sus semejantes la recompensa.

O tal vez la recompensa para algunas vidas es conseguir la paz de corazón y no el desasosiego que viene con la fama del mundo.

O quizá no era aquella bella mujer en el exterior, sino ésa que está a nuestro lado, la del hermoso corazón, la mejor esposa que pudimos conocer.

Ciertamente, tarde o temprano, llegaremos a éso a lo que estamos destinados.

Sobre la Creación

Qué maravillosa es la Creación.
Si amigos, qué maravillosa es la Creación de Dios.
Desde el cielo hasta la Tierra,
desde el mar hasta la montaña,
nuestro asombro se renueva cada día.
Aturde alegremente su visión a nuestra alma.

Si amigos, qué maravillosa,
qué grandiosa es la Creación de Dios.

Algo sobre el amor

Cuando llega el amor, cuando de verdad llega el amor, todo lo llena.

En su presencia parecen tan escasos los sufrimientos. Los males... ¿qué son los males en la presencia del amor?

Nuestros ojos encuentran paraísos a cada paso que damos, en cada pensamiento de nuestro corazón; aun el roce de un viento suave algo nos dice del amor.

Por él se nos abren las puertas en esta cárcel que llamamos mundo. El amor es libertad.

Cuando de verdad llega el amor, cuando misericordioso irrumpe en nuestras vidas, podemos entender el rostro de los semejantes, el lazo de luz que une a las criaturas del Señor.

Esperemos, amigos, al amor.

Sobre la inocencia

¿A dónde hallaremos inocencia en el mundo? Ciertamente, si exceptuamos a los niños más pequeños, aquellos que apenas pueden hablar, no sabríamos donde ver.

Se desataron los lobos entre nosotros, ya no hay necesidad de disfrazarse de oveja cuando la maldad es ensalzada entre los hombres.

Seamos sinceros, no hay inocencia en el corazón del hombre. Sólo un desasosiego animal que hace que contemplemos como enemigo a nuestro prójimo.

¿No han notado como en esta época se desprecia el bien y se hace a un lado a la sabiduría?
Si bien nos jactamos, hombres de este siglo, que nunca antes había existido la capacidad de conocimiento al alcance de la mano, y que los antiguos nunca imaginaron ha donde llevaría el progreso del hombre.

Sin embargo, si analizamos bien, todavía somos iguales a ese antiguo salvaje que apenas sabía vestirse. ¿Hay una diferencia en nuestros corazones?

Sólo habrá una diferencia si nos hacemos igual a ese niño pequeño que se mencionó al principio. Tal vez la humildad sea el primer paso a eso que llamamos inocencia.

Sobre la paz

He llegado a la conclusión que el tesoro más preciado del mundo es la paz del corazón; podremos tener riquezas, títulos universitarios, fama, incluso el amor de la persona que deseamos, pero sin paz todo es sin significado.

La paz es como un despojarse, un dejar atrás los lastres innecesarios, es olvidar lo que nos hizo daño, es finalmente no esperar ya nada de las vanalidades de la vida.

Pero sobretodo, es saber que la paz es la amorosa presencia de Dios en nuestros caminos.

El hombre que pierde esta paz, da lugar a la angustia y la desesperación. En su penumbra no podrá distinguir el día de la noche. Las palabras de aliento carecerán de sentido para él, como si se trataran de un idioma extranjero. No tendrá esperanza del futuro.

Es por eso que digo que la paz del corazón es el hallazgo más valioso de nuestras vidas; ilumina la cara de sus escogidos; es el fruto más dulce que nos llevamos a la boca antes de irnos a la cama; no habrá temor que nos mantenga alejados del sueño.

La paz y su envoltura de amor vendrán a los que aman el bien.

Amanecer

Hoy amaneció más temprano, no porque el sol se haya adelantado a su salida, o porque hayamos madrugado, sino porque nos ilumina la esperanza.

Hoy amaneció más temprano, como si lámparas en nuestro corazón, hicieran el crepúsculo.

Hoy amaneció más temprano, porque sentimos el amor desvaneciendo las sombras de la noche.

Hoy amaneció más temprano, porque Dios habla confortando en la tristeza.

Hoy amaneció más temprano, porque viene un viento amable entrando por la puerta.

Hoy amaneció más temprano, porque hay poesía en nuestra boca, y porque cantamos a la vida.

Hoy amaneció más temprano, como si un nuevo ser humano se levantase en lontananza.

Sobre el silencio y la soledad

Muchas personas no aman el silencio, ¿acaso porque saben que es en esos instantes que su consciencia habla?

Otras en cambio lo que detestan es la soledad, como si la ausencia de gente, atrayera fantasmas.

Y son precisamente tales situaciones que se evaden las que deberíamos buscar con más ahínco.

Cuando no hay palabras de sabiduría de los otros, cuando lo único que escuchamos son chismes o denuestos, cuando no hay una voz en ellos que aconseje, es mejor estar atentos al silencio.

¿Y la soledad? Si la analizamos entenderemos que se trata de la forma más pura de la libertad.

Cierto, necesitamos de los otros, de su presencia y palabras, de su ración de humanidad; pero para encontrar a Dios, tenemos que apartarnos un poco. Así como Moisés cuando bajó de la montaña, su rostro brillaba por haber estado en la presencia del Hacedor, así nuestro corazón brille para los hombres después de haber buscado a Dios en el silencio y la soledad.

La impecabilidad de las palabras

Buscando por ahí, me encontré este artículo en un periódico de mi ciudad que me gustó mucho, espero que a ustedes también:

Hay que ser impecables con las palabras

Las palabras son la herramienta más poderosa que tiene el ser humano, el instrumento de la magia. Pero son como una espada de doble filo: Pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea. Uno de los filos es el uso erróneo de las palabras, que crean un infierno en vida. El otro es la impecabilidad de las palabras, que sólo engendrará belleza, amor...

Según como las utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán aún más de lo que te imaginas. Toda la magia que posees se basa en tus palabras. Son pura magia y si las utilizas mal, se convierten en magia negra. Esta magia es tan poderosa, que una sola palabra puede cambiar una vida o destruir millones de personas. Hace años en Alemania, mediante el uso de las palabras, un hombre manipuló a un país entero de gente muy inteligente.

Convenció a otros para que cometieran los más atroces actos de violencia. Activó el miedo de la gente, y de pronto, como una gran explosión, empezaron las matanzas y el mundo estalló en guerra.

Las palabras son como semillas

Tú plantas una semilla, un pensamiento, y éste crece. Las palabras son como semillas ¡y la mente humana es muy fértil!

Fíjate en el ejemplo de Hitler. Sembró todas aquellas semillas de miedo, que crecieron muy fuertes y consiguieron una extraordinaria destrucción masiva.

Debemos comprender cual es el poder que emana de nuestra boca. Una palabra es como un hechizo, y los humanos utilizamos las palabras como actos de magia negra, hechizándonos los unos a los otros imprudentemente.

Todo ser humano es un mago y, por medio de las palabras , puede hechizar a alguien o liberarlo de un hechizo. Continuamente estamos lanzando hechizos con nuestras opiniones. Por ejemplo me encuentro con un amigo y le doy una opinión que se me acaba de ocurrir. Le digo: ''¡Mmmm! Veo en tu cara el color de los que acaban teniendo cáncer''. Si escucha estas palabras y está de acuerdo, desarrollará un cáncer en menos de un año. Ese es el poder de las palabras.

Las palabras captan nuestra atención, entran en nuestra mente y cambian, para bien o para mal, nuestras creencias.

Ser impecable con tus palabras es no utilizarlas contra ti mismo. Si te veo en la calle y te llamó estúpido, puede parecer que utilizo esa palabra contra ti, pero en realidad la utilizo contra mí mismo, porque tú me odiarás por ello y tu odio no será bueno para mí.

Si te amo, tú me amarás; si te doy odio tú me odiarás. Acción y reacción.
Ser impecable con tus palabras significa utilizar tu energía correctamente, en dirección de la verdad y el amor por ti mismo.
Si llegas a un acuerdo contigo mismo para ser impecable con tus palabras, eso bastará para que la verdad se manifieste a través de ti y limpie todo el veneno emocional que hay en tu interior. Pero llegar a este acuerdo es difícil porque hemos aprendido a hacer precisamente todo lo contrario. Hemos aprendido a hacer de la mentira un hábito al comunicarnos con los demás y, aún más importante,al hablar con nosotros mismos. No somos impecables con nuestras palabras.

Muchas veces usamos las palabras para maldecir, para culpar, para reprochar, para destruir. En general, utilizamos las palabras para propagar nuestro veneno personal: para expresar rabia, celos, envidia y odio.

Los chismes son veneno puro

Los chismes son magia negra de la peor clase, porque son puro veneno.
Aprendimos a contar chismes por acuerdo.
Contar chismes se ha convertido en la principal forma de comunicación en la sociedad humana.
El chismorreo es comparable a un virus informático con una intención dañina. Uno ni se percata de ello pero es mucho el daño que hace por ti, tú la sentirás por mí. Si soy egoísta contigo tú lo serás conmigo.

Cuando eres impecable con tus palabras ocurren cambios en tu vida

Si eres impecable con tus palabras verás cuántos cambios ocurren en tu vida. En primer lugar, cambios en tu manera de tratarte y en tu forma de tratar a otras personas, especialmente a aquellas que más quieres.

La impecabilidad en tus palabras también te proporcionará inmunidad frente a cualquier persona que te lanze un hechizo. Solamente recibirás una idea negativa si tu mente es un campo fértil para ella.

Tú decides si llegas o no a establecer un acuerdo contigo mismo: Soy impecable con mis palabras. Este es el primer acuerdo al que debes llegar si quieres ser libre, ser feliz y trascender el nivel de existencia del infierno.

Fuente: Diario el Mexicano, tomado del libro: Los Cuatro Acuerdos de Miguel Ruiz

Amado Nervo

Leyendo la obra del poeta mexicano Amado Nervo (1870-1919) me encontré estos pensamientos. Son de su libro Serenidad. Estaremos de acuerdo con él o no, pero es muy disfrutable la ilación de su escritura.

IDEARIO

Busca dentro de ti la solución de todos los problemas, hasta de aquellos que creas más exteriores y materiales.

* * * * * * *

Siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo de amor... No te juzgues incompleto porque no responden a tus ternuras; el amor lleva en sí su propia plenitud.

* * * * * * *

No hables a todos de las cosas bellas y esenciales.

No arrojes margaritas a los cerdos.

Desciende al nivel de tu interlocutor, para no humillarte o desorientarle.

* * * * * * *

Todo hombre que te busca, va a pedirte algo. El rico aburrido, la amenidad de tu conversación; el pobre, tu dinero; el triste, un consuelo; el débil, un estímulo; el que lucha, una ayuda moral... ''¡En verdad os digo que vale más dar que recibir!''

* * * * * * *

¿Quieres contribuir a la liberación del mundo?

Pues comienza a libertar a cada hombre de su preocupación, de su aprensión, de su prejuicio.

* * * * * * *

Bien sabes que todos tenemos hambre: hambre de pan, hambre de amor, hambre de conocimientos,hambre de paz. Este mundo es un mundo de hambrientos... Aprende a conocer el hambre del que te hable, en el concepto de que, fuera del hambre de pan, todas se esconden. Cuantas más inmensas, más escondidas...

* * * * * * *

Yo no te digo que no haya más dolores que alegrías: lo que te digo es que los dolores nos hacen crecer de tal manera y nos dan un concepto tan alto del Universo, que después de sufridos no los cambiaríamos por todas las alegrías de la Tierra... Yo no te digo que la riqueza sea un mal: lo que te digo es que quien vive, simplemente, en divorcio total de las vanidades, siente que le nacen alas....

* * * * * * *

Oirás frecuentemente a muchos que no encuentran a Dios.

Pregúntales si le buscan y hasta donde llega su anhelo de hallarle.

Si le buscan con mucho ahínco, tranquilízalos, porque ya le han encontrado...

* * * * * * *

No enumerés jamás en tu imaginación lo que te falta.

Cuenta, por el contrario, todo lo que posees; detállalo si es preciso hasta con nimiedad, y verás, que, en suma, la Vida ha sido espléndida contigo.

* * * * * * *

El hombre es un ser organizado especialmente para creer. Cuando no puede creer en Dios (por indigestión de ciencia), cree en cualquier cosa: en un tabú, en un número, en un augurio, en la espuma del café...

* * * * * * *

¿Por qué aguardas con impaciencia las cosas?

Si son inútiles para tu vida, inútil es también aguardarlas.

Si son necesarias, ellas vendrán y vendrán a tiempo.

* * * * * * *

Lloras a tus muertos con un desconsuelo tal, que no parece sino que tú eres eterno...

* * * * * * *

Nunca en la vida encontrarás vía libre.

El obstáculo, en todas sus formas, en todas sus magnitudes, ha de salirte al paso... Hay un placer activo y viril en sortear la piedra, el hoyo, la bestia, el hombre, que nos cortan el paso...

* * * * * * *

...El dolor es como las nubes: cuando estamos dentro de él sólo vemos gris rededor, un gris tedioso y trágico: pero en cuanto se aleja y lo dora el sol del recuerdo, ya es gloria, transfiguración y majestad.

Lo imprevisto constituye la nobleza de la vida.

* * * * * * *

Si supieras esperar, nada te pesaría; llegaría todo mejor de lo que imaginas, y te ahorrarías el tormento del miedo.

* * * * * * *

Lo que nos hace sufrir, nunca es una "tontería"... puesto que nos hace sufrir.

* * * * * * *

Cada gran pecado es como cita de mujer; antes nos parece henchido de voluptuosidades maravillosas. Después comprendemos su estupidez, su vulgaridad...

* * * * * * *

...Han fracasado los sedicentes cristianos que no tenían de ellos más que el cascarón.

* * * * * * *

Todo es tuyo y te estás muriendo de anhelos...

Las estrellas te pertenecen y no tienes lumbre en tu hogar... La naturaleza entera quiere entregársete como a su dueño y señor, y ¡tú lloras désdenes de una mujer!

Pide lo que quieras, que todo te será concedido.

* * * * * * *

¿Cuál es el verso más bello?

El que nos aclara un enigma interior.

¿Cuál es el mayor sosiego?

El del hombre que ya no espera nada de los hombres.

* * * * * * *

Decía el alma al niño medroso.

''Niño mío, no tengas miedo, ya comprenderás un día que las verdaderas almas en pena no son las de los muertos, sino las de los vivos''.

* * * * * * *

Principio

Tantas cosas suceden en el mundo interior del hombre; un universo acaso más grande que el de afuera, pero desconectado de nuestro día a día. Tan imposibilitado de enriquecernos porque no sabemos como oír su voz. Abramos pues, nuestros oídos, a ese aparente silencio interior que algo nos dirá en el idioma del alma.

Que ese mundo interior se haga pensamiento para ustedes.

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